Espero que estés con el café en mano y listo/a para una dosis de sinceridad. Vamos a hablar de un problema que veo mucho en el mundillo de la acuarela: el arsenal innecesario.
Al grano.
La trampa del "más es mejor"
Muchos artistas llevan un set de acuarelas que parece una caja de bombones surtidos: 40 colores, todos los tonos posibles y algunos que ni siquiera saben cómo se llaman.
Suma a eso una colección de pinceles de todos los tamaños, formas y materiales. Y cada vez que hacen una nueva pintura, se compran un color nuevo. ¿Por qué no?¿Quizá ese "verde pálido con subtono melancólico" sea el que finalmente lleve mi arte al siguiente nivel?
Craso error.
Tener una paleta gigante no te permite conocer a fondo los colores que ya tienes. Y en acuarela, ESTO ES CLAVE. No se trata solo de los colores en tu caja, sino de lo que pasa cuando se encuentran y se mezclan.
La verdadera magia de la acuarela ocurre sobre el papel, cuando los pigmentos y el agua se fusionan y crean efectos únicos.
Esto no lo logras si no conoces a fondo cómo interactúan tus colores.
Parte de una paleta pequeña
Usar pocos colores tiene ventajas enormes:
Conexión íntima con tu paleta. Con una selección reducida, puedes explorar cómo se combinan entre sí. Empiezas a entender qué mezclas funcionan para cielos, árboles, fachadas, sombras, agua… y cuales no.
Repetición → aprendizaje. Aplicar lo mismo en diferentes escenarios es la mejor manera de aprender. Con pocas herramientas, aprendes más, y entrenas tu técnica al máximo.
Yo, por ejemplo, rara vez uso más de 8 colores en un dibujo. De hecho, estos ocho suelen ser versiones frías y cálidas de los mismos tonos. O sea, podría reducir mi paleta aún más y seguiría contento (te hablaré de la composición exacta de mi paleta en una newsletter futura)
Sobre los pinceles
También aquí menos es más. Yo suelo trabajar con tres pinceles (a veces dos):
Tamaños pequeños porque dibujo principalmente en sketchbooks reducidos en tamaño.
Nada de pincel milagroso ni herramientas exóticas. Lo básico funciona porque ya conozco cómo se comporta.
Una idea para experimentar
¿Quieres probar lo que te digo sin comprometerte del todo? Te propongo lo siguiente:
Elige 6 colores de tu set (dos azules, dos rojos, dos amarillos, por ejemplo).
Usa solo esos durante un mes entero. Ni un color más. Haz cielos, sombras, pieles, fachadas, carreteras, arboles. ¡Todo!
Si algo no funciona, encuentra una solución mezclando esos mismos colores.
Apuesta: al final del mes, no solo serás un/a artista más eficiente, sino que también habrás desarrollado una buena base sobre como se comportan los colores. A partir de aqui, estaras listo/a para añadir ese tono concreto de amarillo que tanto te gusta y aprender a mezclarlo con los colores que ya tenías.
Por último, recuerda: las herramientas son solo eso, herramientas. La magia no está en el set de acuarelas más caro o en la colección de pinceles, está en cómo las usas.
De nuevo, gracias por leerme hasta aquí. Nos vemos en la próxima newsletter.
Atte: